Pedido. Marthans dice que el sector privado también tiene que participar junto al estado. Se debe evaluar el impacto en el flujo de capitales, asegura Marthans. Carlos Parodi sostuvo que no hay señales claras para estimular la economía.Richard Manrique.
La economía mundial está a punto de precipitarse en una recesión global. Estados Unidos no puede hacer frente a su crisis de deuda, y sus intentos por revertir esa situación parecen la crónica de una muerte anunciada, mientras que en la Eurozona ocurre lo mismo y Grecia se asoma como el detonante del colapso.
Ante ese contexto, ¿qué hizo el Perú? Las autoridades del sector fiscal y monetario dejaron en lista de espera las medidas a tomar. Han decidido guardar la calma.
El Banco Central (BCR) mantuvo la Tasa de Interés de Referencia (TIR) en 4,25%, y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) insiste en guardar bajo la manga su plan de contingencia. ¿Cuál es el escudo? Un Fondo de Estabilización Fiscal de US$ 5.600 millones, Reservas Internacionales Netas (RIN) de U$ 49.171 millones y una línea de crédito de US$ 1.500 millones de los organismos multilaterales.
Economistas como Waldo Mendoza y Armando Mendoza han incidido en que el BCR y el MEF deben actuar de inmediato, aplicando una política contracíclica para hacer frente a la crisis. Según Waldo Mendoza, tanto el MEF como el BCR están de “observadores”.
Sector privado debe sumarse
Juan José Marthans, ex jefe de la SBS, no opina lo mismo y considera oportuna la decisión del BCR de mantener la TIR en 4,25%, pues “no se sabe en qué magnitud se viene (la crisis)”. “Hay que calibrar porque aún tenemos margen para reducir la TIR”, puntualizó.
Afirmó que no bastan las decisiones estatales para enfrentar la inminente recesión. Por ello, el sector privado también debe actuar conjuntamente con el Estado para prever el impacto en el flujo de capitales.
“Las medidas del sector fiscal pueden ser insuficientes. La razón es simple: la inversión pública es la cuarta parte de la inversión privada, de modo que no hay forma de compensar en un 100% una contracción significativa de la inversión privada. Debemos ser cuidadosos y buscar no perder la confianza del sector privado. La reacción debe ser conjunta”, dijo.
Agregó que los influjos de capitales bajo la forma de inversión directa extranjera pueden jugar un punto a favor o en contra. Por ello instó al gobierno a manifestarle al sector privado cómo resolver el tema del flujo de capitales de carácter cortoplacista y especulativo. Pero, sobre todo, priorizar en cómo motivar el ingreso de capitales de mediano y largo plazo.
Cree que aún hay que esperar
cortesia larepublica.pe
Carlos Parodi, economista de la Universidad del Pacífico, consideró “correcto” no mover la TIR, ya que aún no es claro cómo se manifestará la crisis. “Se tendría que esperar una desaceleración mayor de EEUU o un default de Grecia, que es muy probable”, dijo. Añadió que la tendencia de la TIR es a la baja, en vista de que la crisis global explotará de todas maneras.
El impacto inmediato en el Perú se manifestará en dos niveles: una caída de los precios de los metales y menores volúmenes de exportación, y mayores tasas de interés por una percepción mayor de riesgo.
Sobre el contexto internacional, dijo que la crisis financiera del 2008 se convirtió en fiscal a partir del 2011. Y que EEUU pasó del equilibrio fiscal de los noventa al exceso de gasto público en la primera mitad del siglo XXI, impulsado por su armamentismo tras los atentados del 11 de setiembre del 2001.
“Los mercados no reaccionan ante EEUU porque no tienen un plan de consolidación fiscal confiable. Nadie le cree a EEUU. (Barack) Obama dictó un paquete para impulsar el empleo (US$ 447.000 millones), pero eso no resuelve el problema de la deuda”, dijo Parodi.
El dato
Contingencia. El ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, afirmó que el gobierno tiene un plan anticrisis “oportuno, transitorio y agresivo”. Informó que para blindar las exportaciones se reactivará el Fondo de Garantía Empresarial.
El G7 y la regla del sálvese quien pueda
Los ministros de Economía de los países desarrollados, reunidos en el G7, sostuvieron que no hay una receta única para afrontar la crisis económica, sino que cada país debe salvarse por sus propios medios.
“Dado el carácter frágil de la recuperación, tenemos la difícil tarea de aplicar plenamente nuestros planes de ajuste presupuestario y apoyar la actividad económica teniendo en cuenta las circunstancias nacionales diferentes”, señalaron los ministros de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.
El primer ministro de Grecia, Yorgos Papandreu, determinó que su país llegará “hasta el final” para cumplir con las deudas internacionales. Ello debido el temor de la suspensión de pagos que en la víspera hizo caer las bolsas del mundo.
Alemania propondrá a su secretario de Estado de Finanzas como jefe del Banco Central Europeo (BCE). En Italia evalúan un plan de estímulo económico que generaría más incertidumbre en la Eurozona.
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