Renovación del gabinete ministerial antes del 28 de julio sería inminente
Sabado, 30 de junio de 2012 | 9:20 pm
Según fuentes del Partido Nacionalista, presentes en la fiesta
de cumpleaños del presidente Ollanta Humala, el martes en la plaza San
Martín, el primer ministro Óscar Valdés fue el invitado que nadie
quería.
Y cuando apareció en el estrado, los silbidos se hicieron fuertes; y si tomaba la palabra, el abucheo hubiera sido más evidente. Esto, sumado al escaso 17% de aceptación que registra Valdés según la última encuesta de GFK Consultores, su camino estaría fuera del gobierno.
Y esto ocurriría –según las mismas fuentes oficialistas– antes del 28 de julio. Junto a él se irían por lo menos siete ministros para allanar el camino a la ansiada Gran Transformación, al menos en nombre y con caras nuevas.
Las primeras carteras en ser renovadas por el presidente serían Salud, Interior, Inclusión Social, Justicia, Energía y Minas y Educación.
En esta última cartera, un dirigente nacionalista refiere que han pedido al Presidente la renovación en Educación porque, según aseguran, la gente del Apra "tiene una fuerte presencia" en el sector.
La misma voz sostiene que "la presión del partido contra Valdés es sostenida", y que su continuidad solo hará más grave la ruptura entre el gobierno y su bancada.
Contra la derecha
El pasado 31 de mayo, el Presidente fue consultado por posibles cambios ministeriales y su corta respuesta graficó el ánimo del gobierno, con los conflictos en Cajamarca y Espinar en el cuello: "Hoy día no". Traducción: la fecha sigue abierta.
Volviendo a la Plaza San Martín, esa noche los congresistas Sergio Tejada y Freddy Otárola, teloneros del presidente, centraron su discurso en la Gran Transformación. El segundo se emocionó y criticó a "la extrema derecha".
Según los nacionalistas, los discursos no fueron casuales y lograron que Humala reconociera que "la Gran Transformación es posible, persistente y sin sobresaltos".
En privado, Otárola adelanta a sus partidarios que Justicia e incluso el premierato podrían ser su próximo despacho en pocas semanas, dentro de un gabinete renovado. El analista y constitucionalista Enrique Bernales sostiene que más allá de la crisis por Conga el premierato está debilitado debido al régimen presidencialista peruano.
"Es un problema estructural que la Constitución no define bien y que obliga al premier a estar entre la espada y la pared, y lo pone en situación frágil. Es portavoz del gobierno donde la voz es del Presidente. Su desgaste es mayor y muchas veces tiene menos poder que un ministro", explica.
cortesia Diario la Republica
Y cuando apareció en el estrado, los silbidos se hicieron fuertes; y si tomaba la palabra, el abucheo hubiera sido más evidente. Esto, sumado al escaso 17% de aceptación que registra Valdés según la última encuesta de GFK Consultores, su camino estaría fuera del gobierno.
Y esto ocurriría –según las mismas fuentes oficialistas– antes del 28 de julio. Junto a él se irían por lo menos siete ministros para allanar el camino a la ansiada Gran Transformación, al menos en nombre y con caras nuevas.
Las primeras carteras en ser renovadas por el presidente serían Salud, Interior, Inclusión Social, Justicia, Energía y Minas y Educación.
En esta última cartera, un dirigente nacionalista refiere que han pedido al Presidente la renovación en Educación porque, según aseguran, la gente del Apra "tiene una fuerte presencia" en el sector.
La misma voz sostiene que "la presión del partido contra Valdés es sostenida", y que su continuidad solo hará más grave la ruptura entre el gobierno y su bancada.
Contra la derecha
El pasado 31 de mayo, el Presidente fue consultado por posibles cambios ministeriales y su corta respuesta graficó el ánimo del gobierno, con los conflictos en Cajamarca y Espinar en el cuello: "Hoy día no". Traducción: la fecha sigue abierta.
Volviendo a la Plaza San Martín, esa noche los congresistas Sergio Tejada y Freddy Otárola, teloneros del presidente, centraron su discurso en la Gran Transformación. El segundo se emocionó y criticó a "la extrema derecha".
Según los nacionalistas, los discursos no fueron casuales y lograron que Humala reconociera que "la Gran Transformación es posible, persistente y sin sobresaltos".
En privado, Otárola adelanta a sus partidarios que Justicia e incluso el premierato podrían ser su próximo despacho en pocas semanas, dentro de un gabinete renovado. El analista y constitucionalista Enrique Bernales sostiene que más allá de la crisis por Conga el premierato está debilitado debido al régimen presidencialista peruano.
"Es un problema estructural que la Constitución no define bien y que obliga al premier a estar entre la espada y la pared, y lo pone en situación frágil. Es portavoz del gobierno donde la voz es del Presidente. Su desgaste es mayor y muchas veces tiene menos poder que un ministro", explica.
cortesia Diario la Republica
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