Moquegua 03 de marzo / Abog. Lisandro Isidro Cutipa Gómez.
Desde los 80 en adelante, ya en la etapa democrática del país, Moquegua ha estado en una eterna discusión, entre abrirse a los nuevos signos de los tiempos o mantener a la Moquegua tradicional. Es imposible negar la valiosa arquitectura de la Moquegua tradicional y sobre la misma se han realizado inversiones públicas, incluso esta pendiente otras intervenciones como es la recuperación arquitectónica de la casa de las serpientes, las catatumbas, entre otras. Con el terremoto del 2001 hubo un primer choque con la realidad del desarrollo de Moquegua, pues se evidencio que no se tenía un Plan de Desarrollo del distrito de Moquegua y mucho menos de la provincia de Mariscal Nieto. Asimismo, el terremoto puso en evidencia que se había validado la construcción de viviendas en una zona de alto riesgo como lo era el CP de San Francisco; y que no se había previsto debidamente el crecimiento urbano y el desarrollo socioeconómico del distrito.
Hoy con un nuevo movimiento, no telúrico pero si del boom de las inversiones, nuevamente nos encuentra a Moquegua sin claridad suficiente sobre la “hoja de ruta” a seguir. Muchos añoran aún a la Moquegua tradicional, con su mercado central construida por los 60, su plazita tradicional, sus casonas tradicionales, a un Estado populista tradicional y su economía basada en la actividad agropecuaria; por otro lado, los que pertenecemos a las nuevas generaciones, más bien consideramos que Moquegua debe ir en sintonía con los procesos vigentes de de un estado moderno promotora de la inversión privada, a la diversificación de las actividades productivas, de acceso a servicios públicos y privados de forma descentralizada y que pongan al cliente y al ciudadano en el centro de su actuación.
Con el enfoque tradicional centralista se han realizado inversiones y favorecido intervenciones que han atomizado el cercado de la ciudad, que dificulta el tránsito vehicular y peatonal; ahí están como evidencia las ultimas construcciones efectuadas con inversión pública: Dirección Regional de Agricultura, Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo, sede de la Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto, Universidad Nacional de Moquegua, entre otros; y bajo el mismo enfoque el sector privado: Bancos, Cajas Municipales y otros organismos financieros han contribuido a atomizar aún más el cercado de Moquegua. Bajo un enfoque más de descentralización de las inversiones y de dinamización de territorios se han dado por ejemplo la construcción de la Dirección Regional de Educación, el ISPP Mercedes Cabello de Carboneras, la Universidad José Carlos Mariátegui, que ha permitido generar una dinámica socioeconómica a San Antonio propia, propiciando el surgimiento de emprendimientos económicos como Hostales, Pollerías, Restaurants, Ferreterías, Comercio, etc.
Hoy en el debate público se encuentra si Plaza Vea debe o no instalarse en Moquegua y si esta debe ubicarse en los terrenos del Gobierno Regional de Moquegua, cercanas a la Unam. Si bien el debate se tiene focalizado no debe perderse la prospectiva del desarrollo y el análisis del contexto. Hoy los supermercados se han instalado en Tacna, Arequipa, Puno, Juliaca y en casi todo el resto del país, para muchos analistas ello es signo de la prosperidad económica y modernidad en el que esta enrumbado el país, así también no debemos descuidar que esta cuasi concluido la carretera costanera norte, que interconecta a Tacna con Arequipa, pasando por Ilo en menos tiempo, hoy la empresa San Cristóbal y el de Colectivos la Costanera del Sur brindan servicios de transporte, vale decir el flujo obligatorio de transitar por Moquegua de Tacna a Arequipa o viceversa dejo de ser obligatoria. Con el proyecto Majes Sihuas II, la conectividad con el valle de Tambo ubicaran a los mercados de Ilo, Tacna y la propia Moquegua muy atractivos, ya que los productos alimenticios entraran a competir con los de la producción local y ahí todos sabemos que en términos de precios y cantidad tenemos más de perder que ganar, salvo producción especializada como la orientada a la vid que ahí si tenemos ventajas comparativas.
En suma la inversión que propone Plaza Vea, debe ser analizada en su contexto global, y en la evaluación debe considerarse el enfoque centralista y descentralista de la inversión para la toma de decisiones; su impacto en la economía local y la cultura del consumidor moqueguano, y definirnos de una vez por todas, si aun queremos mantener nuestra Moquegua tradicional o nos abrimos a una Moquegua moderna que propulsa la inversión privada.
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