sábado, 30 de abril de 2011

DIA DEL TRABAJO UN DIA PARA REFLEXIONAR

Reflexión acerca del Día Internacional del Trabajador

Recordar a los mártires de Chicago a de ser un impulso para que las nuevas generaciones de jóvenes y trabajadores busquen la creación de una nueva sociedad que no tenga como motor la competencia y exitismo. Por Orlando Contreras M.
04 de Mayo, 2009 00:05
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El viernes recién pasado celebramos el día internacional del trabajador. Como era feriado dormí un poco más, me fui a la playa a leer y meditar, pasé a visitar a una de mis hermanas que me esperaba con un “rico asadito”, más tarde pase a ver a un amigo en cama por un accidente de trabajo y, finalmente, presidí la misa en mi parroquia celebrando a San José Obrero. A lo largo del día me venían algunas preguntas.
¿Cómo celebrar el día del trabador en medio de la crisis del capitalismo? Crisis provocada por la codicia y avaricia de unos pocos. Crisis aprovechada por no pocos empresarios para bajar los sueldos de sus trabajadores o hacerlos renunciar a sus derechos laborales.
¿Cómo celebrar este día en que muchos trabajadores están estresado por los extenuantes horarios de trabajos que tienen y por las exigencias que le hacen sus patrones?
¿Cómo celebrar este día en una sociedad que promueve la competencia y exitismo laboral?
¿Cómo celebrar este día cuando la gran mayoría de los trabajadores no trabaja en aquello para lo cual tienen vocación y más habilidades?
No se puede ni se debe olvidar que, en el origen de este día, esté la sangre derramada de los mártires de Chicago quienes fueron asesinados vilmente porque pedían una jornada laboral de 8 horas diarias y sueldo más justos. El recuerdo de estos mártires es lo que nos debe movilizar, hoy y siempre, en la lucha por una sociedad más justa y fraterna.
No hay mejor celebración que la de imitar a quienes, en el pasado, dieron su vida para que nosotros, hoy, gocemos de lo que nos parece normal. Por eso esta celebración es un llamado a no permitir que sean los obreros, los trabajadores y sus familias quienes paguen las consecuencias de la crisis de capitalismo provocada por la codicia y avaricia de unos pocos. No podemos tolerar que algunos empresarios se aprovechen de esta crisis para bajar los sueldos y no respetan los beneficios que costaron “sangre, sudor y lágrimas” de quienes dieron su vida en el pasado.
Recordar a los mártires de Chicago a de ser un impulso para que las nuevas generaciones de jóvenes y trabajadores busquen la creación de una nueva sociedad que no tenga como motor la competencia y exitismo sino que ponga en el centro de ella a la persona y sus necesidades básicas.
Recordar a los mártires de Chicago seguramente fue la ocasión de estar en familia descansando, paseando por la playa o para un rico asadito porque los pobres y los trabajadores no dejan de celebrar y exclamar “¡Salud por los trabajadores!”

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