LA SALUD Y LA EDUCACION, UN DERECHO DE TODOS LOS PERUANOSUna visión a los planes de gobierno de Ollanta Humala y keiko Fujimori
El gobierno aprista deja al próximo Presidente (a), indicadores saludables de crecimiento sostenido de nuestra economía, que se expresan en desarrollo social a través de la reducción de la pobreza de 48.7% a menos del 34%; y para ello se ha priorizado la inversión pública y garantizado la inversión privada.
Con este crecimiento económico sostenido el presupuesto desde el año 2006 hasta el 2011 se ha incrementado en 75%. En esta oportunidad, analizaremos un derecho fundamental de los peruanos, como es el acceso a la salud.
Según las Cuentas Nacionales de Salud, el Perú tiene un gasto de 4,7 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), mientras el promedio de Latinoamérica y el Caribe se encuentra en el 7,3 por ciento del PBI
Para el sector Salud para el 2011, se estimó una partida de 7 mil 764 millones de nuevos soles, que representa el 11.1% del presupuesto total, y un incremento del 40%, respecto al 2006.El presupuesto del sector Salud comprende la adquisición de vacunas, atención a los pacientes de tuberculosis y del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), diversos tipos de enfermedades y contratación de personal.
Dando una mirada global de los principales avances en la salud y educación, tomando como referente los ODM, señalaré que uno de los principales factores negativos de la salud es la pobreza, que en el Perú al 2001 tenía una tasa del 54.4%; y de acuerdo al dato del 2008 la pobreza total en el Perú estuvo en 36.2%, una rebaja enormemente acelerada en los últimos años cuando cayó prácticamente 13 puntos, pero 13 puntos porcentuales suenan frío pero eso representa 3 millones y medio de peruanos que han dejado la condición de pobreza en esos últimos cuatro años.
Otro dato que también es clave es la desnutrición infantil que sabemos es una prioridad de todo gobierno y ha sido de nuestro gobierno, del CIAS y también es una prioridad del sistema de Naciones Unidas. Pues, la resolución de la desnutrición infantil en sí mima genera mejoras en todos los indicadores.
La desnutrición infantil global en el año base, en 1992, era del 10.8% y se ha reducido prácticamente a la mitad, 5.9% cuando debiera llegar al 5.4. La desnutrición crónica infantil, con su tremenda secuela de condenar a los niños que la padecen a una vida donde quizá no puedan desarrollar plenamente su potencial, se ha reducido del 36.5% en el año 92 al 22% (21.9%) en el año 2008.
El Segundo Objetivo, es la meta tres, que persigue asegurar que las niñas y los niños del mundo puedan completar la educación, felizmente los resultados son muy favorables, dado que la universalización de la educación primaria ha tenido un gran progreso en el término de la terminación de la misma, del 56% en el año 94 a casi el 77% que la termina en el año 2008.
En las y los adolescentes de 15 o 19 años, que tardíamente terminan la educación primaria, y el alfabetismo en el Perú queda en 97.6%; corresponde al próximo gobierno llegar a la meta cero; para que ningún peruano o peruana tenga la lacra de no poder escribir o leer su propio nombre antes de los próximos años.
La meta cuatro, es la meta de género, para que la situación de las mujeres en la sociedad alcancemos la equidad de género. Uno de los indicadores al respecto es la participación de las mujeres en la educación y los datos en el Perú son extremadamente favorables; de hecho ya prácticamente se ha logrado la universalización de la participación femenina en la educación primaria relativa a la de los niños y de hecho hay más niñas en la educación secundaria y educación superior que niños, hay más mujeres que hombres en las universidades del Perú.
También ha aumentado la participación de la mujer en el sistema productivo. De 34% a 37.5% de las mujeres están incorporadas al mercado laboral. También ha habido una base en la participación política a nivel parlamentario nacional, que ha subido del 7.5 % en 1990 al 29, casi al 30% en el año 2006 y 2011. Esto ha sido moderado de alguna manera por la caída de la participación de las mujeres en gobiernos regionales y gobiernos locales; por lo tanto queda pendiente ampliar el sistema de cuotas de participación a esos niveles electorales y esperamos se pueda concretar.
Sin embargo, hay un tema en el cual hace falta más progreso y compromiso de todos, y es la violencia contra la mujer, y violencia en la familia. El 40% de las mujeres en el Perú reportan haber sido víctimas de violencia dentro de su hogar, violencia física. La buena noticia es que por otros canales de información, las nuevas generaciones presentan una menor tolerancia a esa práctica inaceptable.
La reducción de la mortalidad infantil, se ha realizado un progreso muy satisfactorio, de hecho 5 años antes de la obligación de cumplimiento ya ha reducido en dos tercios la tasa de mortalidad en el país. Estamos en 18 por mil niños nacidos que mueren dentro del primer año de vida y en el año 90 era 57, eso representa una significativa mejora y un logro concretado 7 años antes del plazo previsto. Lo mismo la mortalidad en la niñez también se ha reducido en dos tercios, la niñez hasta los 5 años; y también ha habido avances muy notables en la cobertura de vacunación o sea que los niños del Perú pueden estar contentos, sino porque un niño que nace en el año 2006 tiene una mucho mejor oportunidad de vida que la tenía en el año 1992.
La próxima meta es el tema de la mortalidad materna. La mortalidad materna se ha reducido, lamentablemente no se tiene últimos datos.
Pero, no se ha resuelto todo, aún hay problemas con nuestras niñas y adolescentes que quedan embarazadas contra su voluntad por no tener los conocimientos o no tener acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y en eso pese que ha habido un aumento en el avance de la cobertura de la disponibilidad de servicios anticonceptivos, que es necesario fortalecer dicho progreso; y hay todavía un grupo de necesidades insatisfechas de planificación familiar.
La meta seis, se refiere a combatir al VIH Sida y a las enfermedades infecciosas, y en eso el Perú ha logrado progresos, por suerte la epidemia no ha crecido y menos del 1% de la población peruana lleva en su sangre el virus del VIH; y aquellos que lo saben, y esto es un notable progreso que queremos destacar, el 96% tiene acceso al tratamiento necesario.
Otro elemento es el de la sostenibilidad ambiental; que no se puede conseguir sin preservar los recursos naturales. Es una tarea que compromete a los próximos gobiernos y a todos los peruanos.
En conclusión, las políticas en salud en este gobierno a través del aseguramiento universal en salud (AUS) han sido decisivas en cinco regiones piloto con mayor incidencia de morbimortalidad infantil y materna, incluyendo a fines del 2010 a los polos de Lima Metropolitana y el Callao. Se ha logrado afiliar al SIS más de 13 millones de peruanos, con 2 millones 307 mil soles de inversión.
En ESSALUD, se tiene a la fecha 8 millones 142mil 935 afiliados, se han invertido 2,000 millones en nueva infraestructura en 12 hospitales inaugurados, 8 hospitales en construcción, 2 hospitales con las Asociaciones Público Privadas (APP), 03 Centros con alta tecnología en salud en Arequipa, Junín y el Rebagliati.
En el Plan de gobierno de Humala, hay gran preocupación, cuando señala que otorgará a toda la población peruana atención de salud de calidad y gratuita – con enfoque de derecho humano, sin exclusiones de ninguna naturaleza- a través de un SISTEMA NACIONAL DE SALUD, inicialmente coordinado y descentralizado, garantizando la rectoría del MINSA en el sector; pero aún no queda claro, de donde van a provenir los fondos. Más cuando legalmente ESSALUD goza de total autonomía.
En el Plan de Gobierno de K. Fujimori; considero rescatable continuar el acceso a la salud y al seguro universal para todos; expandiendo la coberturas y reactivando los CLAS (Comités Locales de Administración de Salud); además de crear un SIG (Sistema de Información Gerencial en Salud), como instrumento en la toma de decisiones.
Queda de tarea para el próximo gobierno mantener los logros en Salud actuales; y estar atentos a los problemas de salud a consecuencia de la pobreza y saneamiento básico, como son el dengue, la malaría, la TBC, entre otras. Aparte de la alta incidencia de enfermedades crónicas y degenerativas; las consecuencias de los accidentes de tránsito; enfermedades propias del envejecimiento poblacional, etc.
Y mejor aún, priorizar las estrategias de salud pública en la prevención y promoción de la salud para mejorar los estilos de vida de la población.
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