El 55% de peruanos, del total que sufragó el 10 de abril y que ha votado por Humala y Keiko Fujimori, proviene en su mayoría de los lugares más pobres del Perú, existiendo una diferencia: el 31% que ha votado por Humala quiere un cambio del modelo económico y rechaza todo acto de corrupción; mientras que el 23% que ha votado por Keiko quiere que retorne el asistencialismo y el populismo que daba Alberto Fujimori, sin interesarles en absoluto el continuismo del modelo económico, o sí se respetan o no los derechos humanos, o sí existe o no corrupción. En este escenario, a la derecha poco o nada le importa la corrupción y los derechos humanos, porque a ellos solo les interesa que se mantenga el modelo económico que les ha hecho ricos y felices; y la única candidata que les puede garantizar sus intereses económicos es Keiko Fujimori; por ende, el voto de la derecha está cantado.
CARTAS AL DIARIO LA REPUBLICA
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