viernes, 28 de octubre de 2011

Padre de Ciro en entierro de su hijo:

 “Encontramos el cuerpo, pero falta encontrar la verdad”

Ciro Castillo Rojo Salas, médico de profesión, pidió a la gente “que aprenda a perdonar”
Viernes 28 de octubre de 2011 - 05:11 pm 26 comentarios
El doctor Ciro Castillo Rojo Salas, el protagonista incansable de la búsqueda de su hijo Ciro Castillo Rojo García Caballero, fue el encargado de despedir –en medio de una conmovedora alocución– los restos del joven que fueron hallados en el Colca casi seis meses después de su desaparición.
En su mensaje a las más de cinco mil personas que estuvieron en el cementerio de Huachipa, Ciro Castillo Rojo Salas conminó a la gente a seguir adelante “con mucho amor” y a buscar “la verdad” de lo ocurrido con su hijo, así como a perdonar y a esperar justicia de parte de las autoridades.
Este fue el emotivo discurso que dio el doctor Ciro Castillo Rojo Salas durante las exequias de su hijo.
Queridos hermanos, querida familia, queridos amigos, hermanos de sangre y hermanos del alma. Es difícil entender cuando las cosas suceden de manera antinatural. No es natural que un padre entierre a un hijo. No es natural que el hijo que debía estar en la lucha, esté en la tumba. Ni que el padre que debería estar camino a la tumba tenga que luchar para encontrar a su hijo. Pero lo hemos encontrado gracias a ustedes, al apoyo de la prensa, al cariño de la gente del valle del Colca, de Cusco, Arequipa, Lima y el Perú.
Cuando estábamos pensando en tirar la esponja, un domingo por la tarde, a eso de las cuatro de la tarde, Eloy Cacya, un campesino del valle del Colca, junto con Christian Tataje, que le daba el soporte, y los ‘Topos’, que se encontraban alrededor apoyando, y otros muchachos, cuyos nombres no me acuerdo y les pido disculpas, advirtieron el cuerpo de Ciro y en la noche me avisaron: *”Encontramos el cuerpo pero nos falta encontrar la verdad. Qué le pasó, qué sucedió con él”.*
Hermanos, estamos en un camposanto. En un cementerio donde todos vamos a terminar. Por eso es importante en nuestros corazones no haya odio ni rencor. La mejor justicia es la justicia de la propia conciencia. El mejor juez es el juez de su conciencia. Tal vez el peor verdugo sean tus remordimientos”.
Queridos hermanos: les voy a pedir perdón para dirigirme a mi hijo que aquí lo tengo. A mi hijo que lo llevaba de la manito para ir al colegio y al que ahora traigo a este camposanto. Permítanme que me dirija a él, que debería luchar por la vida y la patria
Por eso les pido que aprendan lo que es perdonar, las que deben hacer justicia son las instituciones. No se debe hacer justicia por las manos. La justicia es la que organizamos y la justicia divina.
Debemos continuar, debemos continuar con mucho amor.
cortesia el comercio.com

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