Entrevista/César Peñaranda. Director del IEDEP de la Cámara de Comercio de Lima. El economista sostiene que quien asuma la presidencia deberá garantizar la estabilidad macroeconómica y fomentar la llegada de las inversiones.
Magda Quispe.
¿Qué reformas en materia económica quedan pendientes para el próximo gobierno?
Quien asuma la dirección del país a partir del 28 de julio debería hacer dos cosas centrales. La primera es mantener los fundamentos macroeconómicos, con los que se garantiza la estabilidad macroeconómica del Perú y que viene manteniendo hace 20 años. Es fundamental continuarlos. El segundo punto es una agenda económica en pro de incrementar la productividad.
¿En qué consiste esta agenda económica?
En poner énfasis en siete aspectos importantes: consolidar la institucionalidad del país, continuar con la apertura comercial a través de los TLC y la inversión extranjera, retomar las reformas estructurales, y sobre el capital humano, continuar y profundizar la reforma de la educación y la salud. Además, darle prioridad a la política de innovación, ciencia y tecnología, seguir con la inversión en infraestructura porque hay un déficit de alrededor de US$ 40 mil millones y continuar con la descentralización.
¿Entonces usted considera necesario continuar todo igual?
Continuar con el actual modelo significa mantener la estabilidad económica. Eso no se puede alterar porque estamos hablando de política fiscal, monetaria y cambiaria. Los otros temas en pro de la productividad, algunos ni siquiera se han tocado y otros recién se están tocando, como la reforma de la educación, que algo empezó el actual gobierno, pero que ha quedado en el camino. Se tiene que continuar con lo actual en términos generales; sin embargo, hay que hacer muchas cosas nuevas y profundizar en los siete temas mencionados anteriormente.
¿Cómo ve las inversiones en el país en la coyuntura electoral?
Depende mucho de dos cosas: la primera es con qué equipo conforma su gabinete quien resulte ganador de las elecciones, particularmente los vinculados al tema económico y al Banco Central de Reserva. Es fundamental que el equipo que lo rodee sea gente de alto nivel y de experiencia, no solo para dar tranquilidad sino para la imagen y la confianza que se da internacionalmente. Cualquiera de los dos que gane y que anuncie al país que va a mantener los fundamentos macroeconómicos, la estabilidad y muestre una agenda que garantice el incremento de la productividad, erradicar la pobreza, entonces no tiene por qué dudar de que al Perú le puede ir bien. Pero si por el contrario, se hace un giro de 180 grados, se puede generar, no solo internamente sino también en el ámbito internacional, desconfianza e inestabilidad.
Precise, ¿qué significa para usted dar un giro de 180º?
Un giro de 180 grados sería que la dinámica económica no descanse en el sector privado sino que vuelva, como era antes, a que la dinámica económica la maneje el sector público; un sector público empresario, un sector público que dirige la economía, cuando en una economía de mercado el motor es el sector privado. Un giro de 180 grados es cambiar la Constitución, que es la que permitió al país casi en las últimas dos décadas avanzar, significa que la subsidiariedad del Estado se haga a un costado. Son cambios radicales frente a lo que hemos venido haciendo en estas últimas dos décadas, que al margen de decir bueno o malo va a generar una enorme desconfianza. Además, la experiencia que hay en otros países de América Latina y en el propio Perú, años atrás, es muy mala.
¿Qué opinión le merece que se establezca un impuesto a las sobreganancias en el Perú?
No somos el único país en el mundo que tiene un sector minero interesante, también están Canadá, Australia, Chile; por lo tanto en la política tributaria tenemos que, sin perjuicio, ver en qué forma vamos a competir con otros países. Más que mirar un tema particular lo que se requiere en el país es hacer una reforma tributaria integral en la que el Impuesto a la Renta (IR) sea el que más recursos genere al fisco y no el IGV. La experiencia es clara, a nivel mundial descansan más en impuestos directos (IR) y no en indirectos (IGV).
“Nadie va a oponerse a una Pensión 65”
¿Considera viable la propuesta de una Pensión 65 en el país?
Creo que es perfectamente aceptada y no creo que nadie en la sociedad peruana vaya oponerse a que puedan atender a personas que actualmente no tienen ningún ingreso y peor aún si son mayores de 65 años. Hay que atenderlos, para eso está la recaudación fiscal, no hay que buscar recursos de otro lado.
¿Cómo estima que terminará este año la economía?
La situación a nivel internacional está complicada, por lo que más el tema interno, con la campaña electoral y el cambio de gobierno, que siempre afecta, este año se va a mantener un crecimiento importante pero estará por lo menos dos puntos porcentuales por debajo de lo logrado el año pasado de 8,8%. En este 2011 terminaremos alrededor de 6,8%.
diario la republica
Magda Quispe.
¿Qué reformas en materia económica quedan pendientes para el próximo gobierno?
Quien asuma la dirección del país a partir del 28 de julio debería hacer dos cosas centrales. La primera es mantener los fundamentos macroeconómicos, con los que se garantiza la estabilidad macroeconómica del Perú y que viene manteniendo hace 20 años. Es fundamental continuarlos. El segundo punto es una agenda económica en pro de incrementar la productividad.
¿En qué consiste esta agenda económica?
En poner énfasis en siete aspectos importantes: consolidar la institucionalidad del país, continuar con la apertura comercial a través de los TLC y la inversión extranjera, retomar las reformas estructurales, y sobre el capital humano, continuar y profundizar la reforma de la educación y la salud. Además, darle prioridad a la política de innovación, ciencia y tecnología, seguir con la inversión en infraestructura porque hay un déficit de alrededor de US$ 40 mil millones y continuar con la descentralización.
¿Entonces usted considera necesario continuar todo igual?
Continuar con el actual modelo significa mantener la estabilidad económica. Eso no se puede alterar porque estamos hablando de política fiscal, monetaria y cambiaria. Los otros temas en pro de la productividad, algunos ni siquiera se han tocado y otros recién se están tocando, como la reforma de la educación, que algo empezó el actual gobierno, pero que ha quedado en el camino. Se tiene que continuar con lo actual en términos generales; sin embargo, hay que hacer muchas cosas nuevas y profundizar en los siete temas mencionados anteriormente.
¿Cómo ve las inversiones en el país en la coyuntura electoral?
Depende mucho de dos cosas: la primera es con qué equipo conforma su gabinete quien resulte ganador de las elecciones, particularmente los vinculados al tema económico y al Banco Central de Reserva. Es fundamental que el equipo que lo rodee sea gente de alto nivel y de experiencia, no solo para dar tranquilidad sino para la imagen y la confianza que se da internacionalmente. Cualquiera de los dos que gane y que anuncie al país que va a mantener los fundamentos macroeconómicos, la estabilidad y muestre una agenda que garantice el incremento de la productividad, erradicar la pobreza, entonces no tiene por qué dudar de que al Perú le puede ir bien. Pero si por el contrario, se hace un giro de 180 grados, se puede generar, no solo internamente sino también en el ámbito internacional, desconfianza e inestabilidad.
Precise, ¿qué significa para usted dar un giro de 180º?
Un giro de 180 grados sería que la dinámica económica no descanse en el sector privado sino que vuelva, como era antes, a que la dinámica económica la maneje el sector público; un sector público empresario, un sector público que dirige la economía, cuando en una economía de mercado el motor es el sector privado. Un giro de 180 grados es cambiar la Constitución, que es la que permitió al país casi en las últimas dos décadas avanzar, significa que la subsidiariedad del Estado se haga a un costado. Son cambios radicales frente a lo que hemos venido haciendo en estas últimas dos décadas, que al margen de decir bueno o malo va a generar una enorme desconfianza. Además, la experiencia que hay en otros países de América Latina y en el propio Perú, años atrás, es muy mala.
¿Qué opinión le merece que se establezca un impuesto a las sobreganancias en el Perú?
No somos el único país en el mundo que tiene un sector minero interesante, también están Canadá, Australia, Chile; por lo tanto en la política tributaria tenemos que, sin perjuicio, ver en qué forma vamos a competir con otros países. Más que mirar un tema particular lo que se requiere en el país es hacer una reforma tributaria integral en la que el Impuesto a la Renta (IR) sea el que más recursos genere al fisco y no el IGV. La experiencia es clara, a nivel mundial descansan más en impuestos directos (IR) y no en indirectos (IGV).
“Nadie va a oponerse a una Pensión 65”
¿Considera viable la propuesta de una Pensión 65 en el país?
Creo que es perfectamente aceptada y no creo que nadie en la sociedad peruana vaya oponerse a que puedan atender a personas que actualmente no tienen ningún ingreso y peor aún si son mayores de 65 años. Hay que atenderlos, para eso está la recaudación fiscal, no hay que buscar recursos de otro lado.
¿Cómo estima que terminará este año la economía?
La situación a nivel internacional está complicada, por lo que más el tema interno, con la campaña electoral y el cambio de gobierno, que siempre afecta, este año se va a mantener un crecimiento importante pero estará por lo menos dos puntos porcentuales por debajo de lo logrado el año pasado de 8,8%. En este 2011 terminaremos alrededor de 6,8%.
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