LA MEJOR GANADERÍA ESTÁ EN EL MAR
En el Perú, donde el problema de la alimentación es un drama cotidiano, lo que acontezca con la pesquería debe ser motivo de mucha preocupación, ya que en las 200 millas del mar de Grau se encuentra la gran despensa alimentaria que la población peruana necesita. Hoy en día el consumo mensual de pescado per cápita es mínimo, porque no sabemos aprovechar la ingente cantidad de recursos hidrobiológicos que, en su mayor parte, son destinados para la harina.
Desde los años 40 del siglo pasado, nuestra pesca fue orientada al mercado internacional. En una primera etapa, las conservas y el hígado de bonito eran destinados para alimentar a los ejércitos norteamericanos en la 2da. Guerra Mundial; desde los años 50, como alimentos balanceados para Europa y EE.UU.; y, desde los 60-70, como harina de pescado para engordar aves y ganado de Europa y China.
En nuestro Perú, país de paradojas y contradicciones, mientras exportamos millones de toneladas de proteínas con alto porcentaje de omega 3, una gran mayoría de la población está subalimentada, y un alto índice de niños, en edad escolar, adolecen de desnutrición crónica. Sin embargo, la paradoja no queda allí. En la historia de la pesca peruana, desde 1960, la depredación ha sido un abuso y un absurdo constante. Desde hace 30 años la política de sobrepesca continúa al amparo de vergonzosos decretos leyes. Más de 1,200 embarcaciones de gran tonelaje, rastrillan el mar peruano de norte a sur capturando la anchoveta, no importando su tamaño reglamentario, para convertirla en harina, que después, se convertirá en millones de dólares que enriquecerán a los empresarios agrupados en la Sociedad Nacional de Pesquería.
En nuestra región Moquegua, desde el año 2007, ordenanzas regionales coimeras permiten las infames “ventanas” de penetración en las 5 millas marinas, para que el irracional PAAR capture la anchoveta; y de esa captura, un 95 %, declarada increíblemente de “excedencia”, sea destinada para la harina. Por eso es que en Moquegua, Tacna y, especialmente en Ilo, causa mucha indignación que el corrupto PAAR, que ya fracasó durante la gestión de Jaime Rodríguez, al no haber cumplido con los objetivos para los que supuestamente fue creado: procurar el recurso anchoveta a la población marginal de Ilo y Moquegua, así como a las zonas alto andinas, y que más bien estuvo plagado de malos manejos y corrupciones, pretenda ser reactivado por el actual gobierno regional.
El Ingº. Martín Vizcarra, prometió en su campaña electoral “la defensa irrestricta de las 5 millas para la pesca artesanal”; pero hoy, se le ve tambalear ante la presión de las Asociaciones de Armadores Pesqueros Artesanales para abrir nuevamente las ventanas de penetración y seguir depredando la anchoveta.
La ciudadanía se pregunta, ¿para qué insistir en un PAAR que ya fracasó al no haber cumplido con sus objetivos?, ¿llegó la anchoveta a los sectores urbano marginales y altoandinos?, ¿ha disminuido el índice de desnutrición infantil en la región? Aquí en Ilo la población hace rato que no ve en sus mesas el jurel, la caballa, el bonito, el pejerrey, como consecuencia de la depredación de la anchoveta que ha roto el ciclo de la cadena alimenticia. Por todo esto, el PAAR debe parar, Sr. Pdte. Regional y Consejeros por Prof. Celso Vera Suárez DNI 04642838
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