Cerca de mil pobladores de Tacna que se habían movilizado hasta el asentamiento minero de Toquepala fueron impedidos de ingresar al recinto deportivo donde se desarrollaba la Audiencia Pública de Southern. No habían pasado ni 40 minutos y la exposición del Estudio de Impacto Ambiental culminó con lo que queda constancia que efectivamente funcionarios de la minera sí pretendían hacer tiempo antes del acceso de los cerca de mil pobladores de Tacna.
Creado por: Radio Uno
El dirigente Alfredo Marca que también se movilizó hasta el campamento minero de Southern confirmó a nuestra emisora que aunque fueron cerca de mil pobladores tacneños los que se dirigieron hasta Toquepala, el fuerte cordón policial instalado en la zona impidió el ingreso de todos los representantes tacneños y por órdenes de Southern sólo se dejó entrar a grupos de 40 personas a bordo de un bus con la “promesa” que los demás ingresarían en bloques apenas retorne el bus.
Lo que no dijeron los funcionarios de Southern a la población tacneña, es que el recorrido hasta la zona donde se desarrollaría la audiencia duraba un promedio de 40 minutos, tiempo que debían esperar por grupo, aunque –claro- tampoco dijeron que los expositores acelerarían la exposición como para evitar darle tiempo a la población para llegar al recinto deportivo.
Una burla. Así fue calificado por la población tacneña esta actitud de la minera que pretende duplicar su planta procesadora e incrementar sus rentas a costa de la contaminación en Tacna que obviamente parece no importarle. Y aunque fueron pocos los que llegaron hasta la zona de la audiencia, no dudaron un solo instante en levantar la voz e intentar frustrar la audiencia, sin embargo fueron reprimidos por un fuerte cordón policial.
Es más, los mismos funcionarios “instaron” a los manifestantes a mantener la calma, pero la recomendación no fue acogida y tuvieron que escuchar arengas como “Esto no es audiencia. Esto es estrategia” “Esto no es audiencia pública es audiencia de funcionarios” “Ollanta, escucha, el pueblo está en la lucha. Este reclamo pareció no gustarles a los funcionarios y a anunciaron que en cinco minutos más acabaría la ronda de preguntas, cuando –claro- tampoco había transcurrido ni media hora.
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